Kiko
se encontró hace poco con su antiguo formador, el Hermano Sid Ching en
el seminario de los Claretianos en Colmenar Viejo, cerca de Madrid. En
esa ocasión grabó un mensaje en chino y luego en inglés para sus
compañeros en la otra parte del mundo.
Aquí tienes la parte de grabación en inglés y debajo la traducción.
“Estoy en el seminario de
Colmenar Viejo, un lugar donde seminaristas claretianos de distintas
partes del mundo vienen para su formación.
Estoy
haciendo el noviciado en Granada; es una hermosa ciudad… Somos 7
novicios: 2 de Portugal, 4 de España y yo de China. Ahora estamos en una
peregrinación para visitar los lugares donde estuvo el P. Claret,
especialmente donde tuvo grandes experiencias espirituales, como en La
Granja, según nos cuenta en su autobiografía.
Estoy
muy contento de poder visitar estos lugares. Aquí me he sentido en
comunión con la Delegación de Asia Oriental [los Claretianos que
trabajamos en Japón, Taiwán, Hong Kong, Macao y China]. Llevo casi dos
años en España y aunque tenemos comunicación por email, teléfono… estoy
muy contento que Sid esté aquí. Es muy distinto cuando puedes hablar de
tu a tu, con la persona a tu lado.
Lo
que quiero compartir con ustedes es que la vida del misionero no es
fácil, pero vale la pena. Soy el único claretiano chino aquí en España. A
veces siento soledad al no poder hablar en mi idioma, al no poder
expresar bien lo que siento, pero también me doy cuenta que es una buena
oportunidad la que tengo pues me da tiempo para hablar con Dios. Suena
raro ‘hablar con Dios’… nunca lo había imaginado, pero si vas al fondo
de tu persona y te comunicas con Dios, sientes la diferencia. Es la gran
experiencia para formar al misionero, para comprender esta clase de
vida.
Aunque
no hablo español muy bien, puedo expresarme y estoy contento con la
comunidad. En Granada somos 13 jóvenes: 7 novicios y 6 estudiantes; y
vivimos con sacerdotes que ya son muy ancianos. En casa somos 32
Claretianos. Es un buen ambiente para hablar con todos: con los jóvenes,
con los ancianos y con los que están en el medio. En Colmenar el
ambiente es más internacional pues los estudiantes vienen de muchos
países, pero también tiene sus retos: cada uno tiene su cultura, sus
hábitos… Es hermoso vivir en este ambiente y entre nosotros nos
entendemos muy bien.
Bueno, ya veo que me parezco a un obispo con un largo sermón…
Lo importante que quiero decirles es que la vocación es un don de Dios. Si la aceptas, por favor, cuídala.
Mañana vamos a Vic, lugar donde está el sepulcro del P. Claret.
Los voy a tener a todos ustedes presentes allí. Yo rezo mucho por
nuestra misión en China. Los chinos necesitan gente que estén preparados
para ayudarles en su fe. Voy a rezar por todos ustedes. Vamos a rezar
unos por otros. Recen por mi. Aunque estemos separados físicamente, en
espíritu estamos muy cerca.
…Me parece que estoy hablando como un ‘santo’ [sonrisas]. Cuídense.”