El P. Francisco Carín, nuestro Superior, ha acompañado a los familiares de Kiko desde China hasta España. Nos cuenta algunos detalles de lo que ha sucedido.
Estaban en un campamento de verano. Kiko era uno de los instructores y tenían muchas actividades con niños del lugar. Los niños estaban en una actividad, de espaldas a la piscina. Kiko se quedó un momento más.
Unos momentos antes del accidente, uno de los monitores le pidió a Kiko que saliera de la piscina. Le respondió que primero iba ir a la parte honda para sacar con fuerza el agua de la nariz. No hubo ruido. No hubo llamadas de auxilio. La gente estaba de espaldas a la piscina a metro y medio, mirando hacia el otro lado.
Un sacerdote anciano lo vio en el fondo de la piscina. Inmediatamente sus compañeros fueron a rescatarlo, pero ya era tarde. Tres enfermeras guardavidas que estaban en el campamento vinieron a ayudar, luego llegó la ambulancia. Trataron de resucitarlo, pero no lo lograron. El parte médico oficial dice que fue un ahogamiento accidental por inmersión.