Equipo misionero en fronteras
Septiembre fue un mes misionero. Nuestro equipo de asociados laicos se desplazaron por varios lugares de China para llevar la Palabra de Dios y la ayuda a los más necesitados.
Teresa Li es una de nuestras editoras para las publicaciones en chino. Hace 4 años que trabaja con nosotros y además de su trabajo de especialista en traducciones al chino, se ha desplazado para conducir un retiro espiritual a un grupo de religiosas y también, algo nunca visto en China, para dar unos ejercicios espirituales a un grupo de sacerdotes presididos por el obispo.
Dejemos que ella nos lo cuente:
Con la ayuda del Espíritu Santo
En Septiembre 2013 fui invitada a dar unos ejercicios espirituales a do grupos, uno de 23 religiosas y otro de 17 sacerdotes.
Ya había dado retiros a religiosas, pero fue la primera vez que lo hice para sacerdotes. Estaba muy nerviosa y le pedí mucha ayuda al Espíritu Santo.
Lo primero que sentí que debía hacer es cambiar el método para el retiro a los sacerdotes. Yo les daba una conferencia y luego tiempo amplio de adoración. Quedé sorprendida al ver los frutos del Espíritu. Además del tiempo de silencio, teníamos dirección espiritual y por la noche tiempo para compartir las experiencias del día.
Sentí que el Señor me pedía que les hablase no de los temas comunes de los retiros, sino del Evangelio, del discipulado. Los frutos: lágrimas y risas durante la puesta en común.
Al final del retiro estaban muy contentos. El método fue nuevo para ellos y tuvieron tiempo para orar, meditar, estar con el Señor y compartir. ¡Qué poder tan tremendo… el poder del Espíritu Santo! Estoy tan agradecida pues sentí la presencia del Espíritu en mi para esta misión. Me utilizó para guiar a sus elegidos. Cuando uno se siente vacío y le pide ayuda al Señor, ¡él siempre responde!
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Visitas a los enfermos de lepra
Equipo misionero laico claretiano (estas mujeres son profesionales,
gente de grandes empresas en china… y buenos cristianos)
gente de grandes empresas en china… y buenos cristianos)
A 200 kilómetros de la frontera con Macao, en China, se encuentra un grupo de unos 100 enfermos de lepra, medio abandonados por sus familiares. Un grupo de asociados a nuestra misión, juntamente con el Claretiano P. Mario Bonfaini partieron el 28 de Septiembre para llevarles la alegría de la compañía, la presencia cariñosa y la Palabra de Dios: Misa, confesiones, bendición, alegría y convivencia.
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Jessica es una mujer de
negocios. Tiene una empresa de muebles en Hong Kong, de importación y
exportación a distintos países. Una vida sumamente atareada; tanto ella como su
esposo están en continuo movimiento y saltando países. Tinen un hijo de 11
años.
Jessica nos ha ayudado a
establecernos en Hong Kong a través de sus contactos, su eficiencia y ayuda
generosa.
Desde que se puso en contacto
con nosotros, deja varias veces alaño su negocio y se adentra en lo que ella
llama ‘su otra familia’—la familia de los enfermos de lepra, visitando varios
de estos centros en China junto con nuestros misioneros.
Este es su testimonio luego de
su última visita el 28 de Septiembre de 2013:
Viendo estas fotos sientes de veras que todos
nosotros formamos una familia feliz y estamos a gusto unos con otros; es
realmente una reunión familiar.
Ling
Lung [a
200 klms. de Macao en China continental.] es un lugar que desde que fui por primera
vez ya no me puedo separar de esta gente. Los visito desde hace 4 años: con
ellos jugamos y cantamos y ellos nos llevan a su finca a recoger frutas. Nos
muestran la luna y la noche llena de estrellas [en Hong Kong hay mucha luz de noche… y las estrellas no se ven], hablamos durante la noche
mientras gozamos de la suave brisa. Me encanta cuando ríen con nosotros, y me
toman de la mano para caminar juntos, y nos hablan de cómo cocinar los
alimentos.
Todos
tienen historias muy tristes, pero no quieren hablar de eso con gente extraña y
además hacen lo posible por olvidarse de su situación. Cuando ya nos conocen un
poco mejor comienzan a contarnos sus historias; nosotros les escuchamos
atentamente. Con todo, yo sé que cada uno de ellos tiene una historia muy
triste y dolorosa. Quizás no se note a primera vista y los encontremos
sonriendo, pero yo siento cómo tienen el corazón roto por lo que les ha tocado
vivir, y cómo les duele el haber sido abandonados por sus familias y amigos.
Un
anciano me cuenta que él tiene aun una hermana y un hermano, pero que no saben
que aun está vivo, porque se preocupa de lo que la gente dirá a sus hermanos si
se enteran que tienen un hermano que sufre de lepra. Esto buen hombre muestra
su gran amor porque quiere proteger a su familia.
Otra
anciana me comentó que ella viene de una muy buena familia, tiene marido e
hijos, pero se vio en la nacesidad de abandonarlos para buscar medicinas y
curación para su enfermeded.
Los
amamos de verdad y queremos llevarle un poco de alegría, amor y cuidado. Que
sepan que hay muchos que viajan centenares de kilómetros para estar con ellos y
abrazarlos.
Mi
esposo me dijo hace unos años que agradeciera a la persona que me había
introducido a estos lugares. ¡Qué gran verdad! Y por eso, gracias P. Jojo por
guiarnos a este lugar que hace que nuestra atareada vida sea más hermosa.
¡Que Dios bendiga a todos estos
nuestros hermanos y hemanas enfermos!