En un rincón de China. . .


Nos escribe Chenxiu Shi, un seminarista chino:

El llamado del Papa Francisco de salir de nuestro fácil entorno me impulsó a visitar un poblado muy abandonado en las montañas. Allí hay algunos cristianos, pero hacía más de 10 años que esta gente no tenía contacto con un sacerdote; antiguamente habían sido iniciados en la fe por un sacerdote extranjero. Fui en verano y encontré 24 niños y jóvenes estudiantes muy pobres; luego volví en invierno y me encontré con 64 de ellos. La escuelita que tienen es muy pobre y la formación religiosa es nula. Les compartí como mejor pude el mensaje de Jesús. El libro que ustedes publicaron sobre el Papa Francisco me ayudó mucho.