En China seguimos peregrinando,
durante esta ‘sede vacante’.
La Palabra de Dios se hace vida en los creyentes
y la Buena Nueva y el anuncio del Evangelio
sigue rompiendo fronteras.
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Hambre por la Palabra de Dios:
“Abre la Biblia y deja que la Palabra te cambie la vida”.
Juan es un sacerdote chino, muy amigo nuestro, con una capacidad increíble de convocación. Ya desde sus años de seminarista nos ayudó en la preparación de la Biblia en chino. Se ha ordenado de sacerdote hace apenas un par de años y desde entonces ha compartido su ilusión por la Palabra de Dios con su gente. Hoy los grupos bíblicos que él ha comenzado se han multiplicado en varias diócesis y cuenta ya con más de 10.000 personas.
El pasado 16 de Febrero más de 2000 representantes se reunieron en Asamblea General, provenientes de 7 grandes ciudades de China. Sus temas: Conferencias, Testimonios y Celebración.
Conferencias: La Palabra y la Iglesia;
la Palabra y la Liturgia; la Palabra y la Vida
y la Palabra y Evangelización.
la Palabra y la Liturgia; la Palabra y la Vida
y la Palabra y Evangelización.
Los testimonios sembraron lágrimas cuando algunos participantes compartieron sus experiencias de cómo el Evangelio ha cambiado sus vidas. Por ejemplo, la joven Zhang compartió que era una persona encerrada en sí misma, dominadora e impaciente y cómo el grupo y la lectura de la Palabra de Dios le ayudó a cambiar su actitud. Otro joven dijo que antes de participar en el grupo bíblico tenía muchos malos hábitos y era adicto al juego y cómo ahora se sentía liberado.
El obispo Mons. Shao cerró la Asamblea con una Eucaristía motivando a los participantes a seguir en contacto con la Biblia; les decía: “Desconocer las Escrituras es desconocer a Cristo… Esta Palabra la deben también compartir con aquellos que aun no la han escuchado ya que solo siendo fiel al Espíritu y compartiendo la Palabra con el mundo uno puede ser mensajero de Dios”.
Finalmente el obispo proclamó a San Pablo como patrono de estos grupos bíblicos que se siguen multiplicando a lo largo y ancho de China.
Bendición y envío de los cordinadores.