Hno. Sid Ching: Volviendo a los orígenes

Estoy pasando unas semanas en Macau ya que mis clases en el seminario de Beijing se interrumpieron para dar lugar a unos profesores que vienen del exterior. A su vez, estoy haciendo el práctico para mi título como Profesor de Inglés como Segundo Idioma. Es un gusto volver al lugar donde pasé tantos años y acompañar a mis hermanos claretianos de Macau.

El pasado sábado 27 de Octubre una comunidad de filipinos me invitó a participar en su reunión de oración. La mayoría de ellos trabajan hasta las 21:00 hs y aun más tarde, especialmente los que no trabajan en un solo lugar. Es así que nuestra reunión no puede comenzar sino después de las 22:00 hs. Mientras se espera a que lleguen todos, los que llegan temprano rezan el Rosario. La reunión comienza a las 22:30 hs: canciones, acto penitencial, acción de gracias, lectura del Evangelio, compartir, oración final y canción de despedida. Hacia la medianoche compartimos una merienda… ¡se parece a una Navidad anticipada!

El compartir con este grupo de filipinos que se juntan todos los sábados trajo a mi memoria los orígenes de nuestra trabajo pastoral en Macau que comenzó en 1993 con la llegada del P. Arnold Abelardo y el Hno. Rey Alcántara. Como los filipinos trabajan durante todo el día, la única posibilidad de reunión es por la noche, quitándolo horas al descanso. Así comenzó un grupo que se reunía todas las semanas para compartir vida y fe… reuniones done a veces amanecían – como durante las primitivas comunidades cristianas. Rey y yo continuamos en Macau desde 1993 hasta 2004 acompañando a los inmigrantes filipinos; igual que ellos trabajábamos durante todo el día y nos reuníamos por la noche todas las semanas.

Al regresar a casa a la 1:00 de la mañana me sentina cansado pero fuertemente inspirado por estos inmigrantes filipinos trabajadores que rezan, cantan y danzan ante el Señor mientras el resto mira televisión, juega a las cartas, cantan karaoke, o simplemente descansan del duro trajín del día.