Un misionero claretiano que habla muy bien el chino se encarga de la comunidad china en Japón. No son muchos y agradecen este servicio pastoral pues se sientes doblemente en frontera: por ser extranjeros y por ser cristianos.
El P. Juan les ha conducido a un retiro espiritual ‘cuesta arriba’ – un viernes de cuaresma han subido a una montaña, caminando entre la nieve para reforzar su fe y alentarse unos a otros. Aquí van algunas fotos:
Han subido hasta los 1800 metros de altura.
Celebración de la Eucaristía en la cima.
El peregrinar es costoso…
Los peregrinos…
¡La alegría de llegar a la cima!