Uno de esos antiguos misioneros claretianos en China, el P. Pablo Bolinaga escribe una larga carta el 3 de Febrero de 1949 relatando las aventuras de un viaje desde la misión de Huangshan (Tunki) hasta Shanghái. Ese mismo recorrido se hace hoy en trenes de alta velocidad en unas horas.
Aquí tienes su carta:
03 / Febrero / 1949
De Tunki a Shanghai… y vuelta
R.P. Bonifacio Ruesga: Estimado Sobrino.
Recibí la que me mandaste con el Rvmo. P. Prefecto Apostólico, y se está cumpliendo el año y aún he de contestar a ella: no te extrañe que tarde tanto en contestar a las cartas porque me cuesta mucho manejar la pluma: si fuera alguna otra herramienta me costaría menos el manejarla que la pluma. … Si la lees no te fijes en los disparates que sabrás disimular, pues no aprendo el chino y olvido el español (al menos en lo que toca a escritura). No sé que contarte de por aquí, porque muchas cosas que os llamarían la atención, a nosotros se nos pasan desapercibidas.
Para contarte alguna cosa te relataré mi viaje con el Rvmo. P. Prefecto a Shanghai y regreso, aunque sin poner fechas, pues así no me equivocaré al citarlas. La víspera de salir de Tunki 屯溪 [hoy incorporado como distrito de la ciudad de Huangshan 黃山市] compramos el billete para el auto: para el Rvmo. Se pudo conseguir billete de preferencia (al lado del chófer) aunque con alguna dificultad: el auto dijeron que saldría a las cuatro y media de la mañana; no llegamos a creerlo pero, por si acaso... a eso de las dos de la mañana el Rvmo. celebró la Santa Misa y después de desayunar emprendimos el camino de la estación, que de noche ir está a no menos de media hora; al ir a la estación los centinelas nos echaron el...
- ¡alto! ¡quién sois!
- Del Tien-Chu-t’an [Tien zhu tang 天主堂] Les respondimos (“Misión Católica”).
- ¡¿A dónde vais?!
- A tomar el auto de Hangchow [Hangzhou杭州].
Y nos dejaron pasar; esto se repitió dos o tres veces.
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