

Entre las historias sobre su creación, existe una que se remonta más de dos milenios en el pasado.

Como no hay mejor noche que la de luna llena para referirse al mencionado astro, el día escogido para la celebración fue siempre decimoquinto del calendario lunar. Fue así que creció entre los chinos el hábito de contemplar la luna llena en el octavo mes.

En China existe un dicho popular: al mediar el otoño es cuando más brilla la luna. La costumbre de comer los pasteles de luna se remonta a la dinastía Zhou (siglo XI AC.), con su origen en una ceremonia de ofrecimiento de sacrificios a la "reina de la noche".
La torta lunar es redonda, representa la reunión familiar, además de la felicidad y satisfacción completa. Con el transcurso del tiempo su elaboración depara un producto mucho más sabroso, un manjar exquisito para los ciudadanos nacionales.
El dulce presenta rellenos diversos, como puré de azufaifa, pipas y pepitas, nuez, puré de soya roja, azucar, cacao, chocolate, sésamo, jamón, entre otros.
Para esta fiesta, los chinos han inventado muchas leyendas mitológicas.
Entre el pueblo se difunde el cuento de que en la luna vive una dama, que era esposa de Hou Yi, personaje mitológico que derribó con sus flechas nueve de los diez soles que existían en su tiempo y perjudicaban los cultivos.

Según la leyenda, la dama pasó a ser dueña del Alcázar de la Luna donde hay un conejo de color de jade que la acompaña y machaca materias medicinales todos los días, y Wugang, otro personaje mitológico.
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