Fieles tibetanos en peregrinación en la diócesis de Xian se han conmovido profundamente después de asistir a la Eucaristía celebrada por Mons. Joseph Dang, Obispo de la diócesis, porque no habían visto un obispo en toda su vida. Algunos de ellos realmente no consiguen ver ni siquiera a un sacerdote, incluso durante un año entero. Para responder al deseo de estos peregrinos de asistir a una misa celebrada por un Obispo, Mons. Dang al igual que el párroco de la catedral han mostrado una gran disponibilidad cambiando incluso el horario de la Misa. Cuatro fieles tibetanos, vestidos con el característico traje tibetano de lujo, visiblemente conmovidos, han llevado los dones al altar en el momento del ofertorio, a continuación, se han arrodillado ante la Eucaristía durante mucho tiempo. Según los fieles presentes, ha sido una “experiencia de fe que les ha marcado” a través de la cual han podido vivir una “peregrinación espiritual intensa” experimentando la gracia del Señor, y sintiendo “el deber de dar testimonio de la fe”. Por otra parte, el Santuario mariano, el Santuario de la Cruz de la diócesis de Xian, ha acogido con calor y simpatía a los católicos tibetanos en peregrinación.
Una experiencia de fe en tiempo pascual…
Fieles tibetanos en peregrinación en la diócesis de Xian se han conmovido profundamente después de asistir a la Eucaristía celebrada por Mons. Joseph Dang, Obispo de la diócesis, porque no habían visto un obispo en toda su vida. Algunos de ellos realmente no consiguen ver ni siquiera a un sacerdote, incluso durante un año entero. Para responder al deseo de estos peregrinos de asistir a una misa celebrada por un Obispo, Mons. Dang al igual que el párroco de la catedral han mostrado una gran disponibilidad cambiando incluso el horario de la Misa. Cuatro fieles tibetanos, vestidos con el característico traje tibetano de lujo, visiblemente conmovidos, han llevado los dones al altar en el momento del ofertorio, a continuación, se han arrodillado ante la Eucaristía durante mucho tiempo. Según los fieles presentes, ha sido una “experiencia de fe que les ha marcado” a través de la cual han podido vivir una “peregrinación espiritual intensa” experimentando la gracia del Señor, y sintiendo “el deber de dar testimonio de la fe”. Por otra parte, el Santuario mariano, el Santuario de la Cruz de la diócesis de Xian, ha acogido con calor y simpatía a los católicos tibetanos en peregrinación.