El obispo Tong, el primer cardenal nacido en Hong Kong, ha estudiado y enseñado Filosofía China, y está convencido de que China y la Santa Sede solo pueden resolver sus diferencias a través del diálogo y la negociación.
Un hombre callado, estudioso, reservado, espiritual, que pasó diez de los primero doce años de su vida en la China Continental, lugar que ha vuelto a visitar varias veces.
Tong cree firmemente que «solo el diálogo y la negociación pueden resolver conflictos». Como cardenal, puede desempeñar un rol significativo ayudando a construir un puente entre la Santa Sede y las autoridades chinas.
El obispo Tong se considera a sí mismo «indigno y privilegiado» por ser nombrado cardenal, según declaró al Sunday Examiner de Hong Kong el 9 de enero. Considera este honor como «un signo del gran amor y preocupación del Papa por la Iglesia católica en China, y un aliento a los esfuerzos de la diócesis de Hong Kong en su empeño en la promoción de la reconciliación y la plena comunión entre la Iglesia de China y la Iglesia Universal».
Tong cree firmemente que «solo el diálogo y la negociación pueden resolver conflictos». Como cardenal, puede desempeñar un rol significativo ayudando a construir un puente entre la Santa Sede y las autoridades chinas.
El obispo Tong se considera a sí mismo «indigno y privilegiado» por ser nombrado cardenal, según declaró al Sunday Examiner de Hong Kong el 9 de enero. Considera este honor como «un signo del gran amor y preocupación del Papa por la Iglesia católica en China, y un aliento a los esfuerzos de la diócesis de Hong Kong en su empeño en la promoción de la reconciliación y la plena comunión entre la Iglesia de China y la Iglesia Universal».