En un comunicado del 17 de Diciembre, expresó un "profundo disgusto" de que la junta, conocida como la Asamblea de los Representantes Católicos Chinos, se haya reunido en Beijing entre el 7 y el 9 de diciembre.
El Vaticano dice que numerosos obispos, sacerdotes, religiosas y creyentes laicos leales al Papa fueron forzados a asistir a pesar de las explícitas instrucciones de la Iglesia en Roma para que no lo hicieran.
"La manera en que fue convocada y su desarrollo manifiestan una actitud represiva con respecto al ejercicio de la libertad religiosa que se creía había quedado en el pasado en la China de hoy", indicó la Santa Sede.
Los católicos en China están divididos entre una Iglesia que reconoce al Papa y su autoridad para nombrar obispos y una "asociación patriótica" respaldada por el Estado, que designa a sus propios obispos sin la aprobación del Vaticano.
El comunicado fue el último episodio en una disputa en torno a la autoridad papal en China, que ha perjudicado los esfuerzos por mejorar las relaciones entre la Santa Sede y Beijing.
El Vaticano había prohibido a obispos, sacerdotes y católicos laicos asistir a la asamblea, en la que se nombraron líderes de la Asociación Patriótica Católica de China, pero dijo que muchos fueron obligados a participar en el evento. "Se sabe, además, que muchos obispos y sacerdotes fueron forzados a concurrir a la asamblea", sostuvo el Vaticano. "La Santa Sede condena esta grave violación de los derechos humanos", agregó.
El Vaticano quiere establecer relaciones diplomáticas con China, pero Beijing fijó dos condiciones: que el Vaticano no debe interferir en materias religiosas en China (por tanto no puede nombrar obispos) y que debe cortar sus lazos con Taiwán, a la que considera como una provincia rebelde. Taiwán tiene plenas relaciones diplomáticas con sólo 20 Estados.
Estos últimos años, el Vaticano ha indicado su buena voluntad de aceptar la segunda condición pero ha insistido que el gobierno chino no debe violar la libertad religiosa, lo que en concreto se refiere a la manera cómo son elegidos los obispos en China.
La posición de Beijing es que el nombramiento de obispos chinos es un asunto doméstico que se decidirá por la Asociación Católica Patriótica China, que fue creada por el gobierno, mientras que el Vaticano insiste que los obispos católicos puedan ser designados solamente por el papa.
Desde 2007, los chinos han obtenido la aprobación tácita del Vaticano antes de la ordenación de nuevos obispos. Sin embargo, una línea más dura ha entrado en la política china estos últimos meses. Esto bien puede tener que ver con la decisión de Beijing de adoptar una postura más confrontacional en relación a Occidente después de que el comité Nobel de Noruega concediera el Premio Nobel de la Paz al disidente encarcelado Liu Xiaobo.
Como ves, se trata de una relación compleja y tensa… y sin salidas fáciles. Esperamos que el Espíritu nos ayude en 2011 a salir de este impase.
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Si te interesa leer un poco más sobre el tema puedes ver: “Nuevos escenarios para el cristianismo en China” - http://www.tendencias21.net/Nuevos-escenarios-para-el-cristianismo-en-China_a4833.html