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Sacerdocio: el trabajo más feliz del mundo
Sacerdotes católicos y pastores protestantes encabezan un ránking envidiable a nivel mundial: el de la felicidad que proviene del trabajo desempeñado. Así lo ha demostrado el estudio llevado a cabo por la National Organization for Research, de la Universidad de Chicago, que ha elaborado un top ten con las profesiones más gratificantes, a partir de los resultados de sus encuestas.
A la cabeza de la lista, como los trabajadores más felices del mundo, se encuentran los clérigos tanto católicos como protestantes, seguidos por bomberos, fisioterapeutas, escritores, educadores especiales, maestros, artistas, psicólogos, agentes financieros e ingenieros de operaciones. Profesiones dispares pero con dos características en común: la baja remuneración y la entrega a los demás.
Por el contrario, entre los 10 trabajos más odiados abundan puestos directivos y salarios altos: directores de ventas y marketing, productores, managers, técnicos especialistas o electrónicos, desarrolladores web, analistas de soporte técnico, maquinistas o gerentes.
Los resultados del estudio han sido publicados en la célebre revista Forbes, donde un comentarista se pregunta si es que los empleos "ganadores" atraen naturalmente a personas de por sí "felices". Y es que muchos interrogantes quedan planteados a la vista de que las profesiones con menos trato humano acarrean mayor insatisfacción, mientras que las más vocacionales (aunque peor pagadas) parecen ser garantía de felicidad.
Los trabajos más felices:
1. Sacerdotes y pastores
2. Bomberos
3. Fisioterapeutas
4. Escritores
5. Instructores de educación especial
6. Maestros
7. Artistas
8. Psicólogos
9. Agentes financieros
10. Ingenieros de operaciones
Los trabajos más odiados:
1. Director de Tecnología de la Información
2. Director de Ventas y Marketing
3. Productor / Manager
4. Desarrollador Web
5. Técnico Especialista
6. Técnico en Electrónica
7. Secretario Jurídico
8. Analista de Soporte Técnico
9. Maquinista
10. Gerente de Marketing
Al hablar de ‘clérigos´ habría que añadir ese número inmenso de religiosos/as y laicos consagrados, catequistas y todos lo que, por amor de Dios, se solidarizan con los más necesitados.
Y, además, ese gozo es contagioso. Yavan aquí algunos ejemplos de rostros felices en medio de la miseria y sufrimiento humanos.
A la cabeza de la lista, como los trabajadores más felices del mundo, se encuentran los clérigos tanto católicos como protestantes, seguidos por bomberos, fisioterapeutas, escritores, educadores especiales, maestros, artistas, psicólogos, agentes financieros e ingenieros de operaciones. Profesiones dispares pero con dos características en común: la baja remuneración y la entrega a los demás.
Por el contrario, entre los 10 trabajos más odiados abundan puestos directivos y salarios altos: directores de ventas y marketing, productores, managers, técnicos especialistas o electrónicos, desarrolladores web, analistas de soporte técnico, maquinistas o gerentes.
Los resultados del estudio han sido publicados en la célebre revista Forbes, donde un comentarista se pregunta si es que los empleos "ganadores" atraen naturalmente a personas de por sí "felices". Y es que muchos interrogantes quedan planteados a la vista de que las profesiones con menos trato humano acarrean mayor insatisfacción, mientras que las más vocacionales (aunque peor pagadas) parecen ser garantía de felicidad.
Los trabajos más felices:
1. Sacerdotes y pastores
2. Bomberos
3. Fisioterapeutas
4. Escritores
5. Instructores de educación especial
6. Maestros
7. Artistas
8. Psicólogos
9. Agentes financieros
10. Ingenieros de operaciones
Los trabajos más odiados:
1. Director de Tecnología de la Información
2. Director de Ventas y Marketing
3. Productor / Manager
4. Desarrollador Web
5. Técnico Especialista
6. Técnico en Electrónica
7. Secretario Jurídico
8. Analista de Soporte Técnico
9. Maquinista
10. Gerente de Marketing
Al hablar de ‘clérigos´ habría que añadir ese número inmenso de religiosos/as y laicos consagrados, catequistas y todos lo que, por amor de Dios, se solidarizan con los más necesitados.
Y, además, ese gozo es contagioso. Yavan aquí algunos ejemplos de rostros felices en medio de la miseria y sufrimiento humanos.