Estamos en el verano en China. Catequeistas y misioneros laicos se dedican a la formación de jóvenes en los remotos lugares de China. Aquí tienes un ejemplo de lo que miembros de nuestro equipo editorial han hecho en el mes de Julio.
-------------------
¡Hacia la Cima!
Durante un par de semanas este verano nuestros editores chinos visitaron Hua-Shan (Montaña de las Flores) en la Provincia de Shǎnxī.
Provincia de Shǎnxī
Vista parcial de la montaña que parecen flotar en las nubes.
De camino a la montaña está una aldea donde hay católicos desde hace 300 años. Gente sencilla que ha mantenido su fe en medio de inmensas dificultades. Con mucho esfuerzo lograron construir un templo y tienen un sacerdote que les acompaña. Es una zona muy pobre y es común que los niños abandones la escuela para ayudar en el campo. Con ayuda del párroco y buscando ayudas de becas han logrado que 8 jóvenes sean aceptados en la universidad. Primera vez que esto sucede en esta aldea.
Con estos niños y jóvenes fuimos a trabajar este verano. Los mismos chicos nos dijeron que su secreto es disciplina y el buen ejemplo y ayuda que reciben del sacerdote; así van madurado en su fe.
Para poder gozar del paisaje al subir la montaña de Hua-Shan se necesitan 4 horas. Estos jóvenes necesitan mucho amor, apoyo, oportunidades (y disciplina… según ellos mismos), para escalar la montaña de sus vidas; ellos son la ‘roca’ sobre la cual la Iglesia construye.
(Para ayudar en su formación, vamos a instalar en esta aldea una “biblioteca parroquial”. Aquí puedes ver de qué se trata).
Provincia de Shǎnxī
Vista parcial de la montaña que parecen flotar en las nubes.De camino a la montaña está una aldea donde hay católicos desde hace 300 años. Gente sencilla que ha mantenido su fe en medio de inmensas dificultades. Con mucho esfuerzo lograron construir un templo y tienen un sacerdote que les acompaña. Es una zona muy pobre y es común que los niños abandones la escuela para ayudar en el campo. Con ayuda del párroco y buscando ayudas de becas han logrado que 8 jóvenes sean aceptados en la universidad. Primera vez que esto sucede en esta aldea.
Con estos niños y jóvenes fuimos a trabajar este verano. Los mismos chicos nos dijeron que su secreto es disciplina y el buen ejemplo y ayuda que reciben del sacerdote; así van madurado en su fe.
Para poder gozar del paisaje al subir la montaña de Hua-Shan se necesitan 4 horas. Estos jóvenes necesitan mucho amor, apoyo, oportunidades (y disciplina… según ellos mismos), para escalar la montaña de sus vidas; ellos son la ‘roca’ sobre la cual la Iglesia construye.
(Para ayudar en su formación, vamos a instalar en esta aldea una “biblioteca parroquial”. Aquí puedes ver de qué se trata).