El Festival de la Linterna celebra la primera Luna llena del año tradicional chino.
Después de dos semanas de celebraciones, iniciadas el pasado 14 de febrero con la irrupción del año del Tigre, el Festival de la Linterna conmemora la primera Luna llena del año tradicional chino y cierra las fiestas. La festividad, que siempre coincide con el decimoquinto día del Año Nuevo chino, recibe su nombre por los millones de farolas rojas con la forma de animales mitológicos y del horóscopo –con abundancia de tigres, por ser este su año- de los cuales cuelgan adivinanzas de cuatro caracteres y que esta noche iluminan todo el gigante asiático. Festejo de origen milenario El Festival de la Linterna es un festejo de origen milenario, en la dinastía Han (206 AC-220), cuando fue creado para recordar la victoria militar de un emperador de esa dinastía, Wen Di, tras lograr sofocar una rebelión de la emperatriz Lu, mujer del anterior monarca. Antiguamente, además, señalaba el día de los Enamorados en China, con las parejas paseando juntas por la calle portando cintas de tela del mismo color para simbolizar su amor. De este modo, las familias chinas se volvieron a reunir otra vez para degustar los tradicionales "tangyuan" y "yuanxiao", unas consistentes bolas de arroz rellenas de dulces. "Muchas familias reservan grandes mesas para la celebración, los salones privados están al completo", explicó Guo Hong, gerente del histórico restaurante Quanjude, en el centro de Pekín y con más de siglo y medio de historia.
El musical 'Road to Revival' cierra el festival El musical "Road to Revival", una gran producción teatral que resume los últimos 169 años de historia de China, fue el evento más destacado del Festival de la Linterna, que marca el final de las fiestas del Año Nuevo Lunar. La obra, con inconfundible sabor épico, se estrenó en el Centro Nacional de Artes Escénicas de Pekín, conocido popularmente como "El Huevo", con gran éxito de crítica y con todas las entradas vendidas. Más de 3.000 actores participan en la representación, que, mediante un enorme despliegue de luces, medios y banda sonora, repasa los acontecimientos vividos en China desde las Guerras del Opio, en 1840, pasando por la revolución de 1911, la invasión japonesa (1937-1945), el ascenso comunista y hasta los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
Después de dos semanas de celebraciones, iniciadas el pasado 14 de febrero con la irrupción del año del Tigre, el Festival de la Linterna conmemora la primera Luna llena del año tradicional chino y cierra las fiestas. La festividad, que siempre coincide con el decimoquinto día del Año Nuevo chino, recibe su nombre por los millones de farolas rojas con la forma de animales mitológicos y del horóscopo –con abundancia de tigres, por ser este su año- de los cuales cuelgan adivinanzas de cuatro caracteres y que esta noche iluminan todo el gigante asiático. Festejo de origen milenario El Festival de la Linterna es un festejo de origen milenario, en la dinastía Han (206 AC-220), cuando fue creado para recordar la victoria militar de un emperador de esa dinastía, Wen Di, tras lograr sofocar una rebelión de la emperatriz Lu, mujer del anterior monarca. Antiguamente, además, señalaba el día de los Enamorados en China, con las parejas paseando juntas por la calle portando cintas de tela del mismo color para simbolizar su amor. De este modo, las familias chinas se volvieron a reunir otra vez para degustar los tradicionales "tangyuan" y "yuanxiao", unas consistentes bolas de arroz rellenas de dulces. "Muchas familias reservan grandes mesas para la celebración, los salones privados están al completo", explicó Guo Hong, gerente del histórico restaurante Quanjude, en el centro de Pekín y con más de siglo y medio de historia.
El musical 'Road to Revival' cierra el festival El musical "Road to Revival", una gran producción teatral que resume los últimos 169 años de historia de China, fue el evento más destacado del Festival de la Linterna, que marca el final de las fiestas del Año Nuevo Lunar. La obra, con inconfundible sabor épico, se estrenó en el Centro Nacional de Artes Escénicas de Pekín, conocido popularmente como "El Huevo", con gran éxito de crítica y con todas las entradas vendidas. Más de 3.000 actores participan en la representación, que, mediante un enorme despliegue de luces, medios y banda sonora, repasa los acontecimientos vividos en China desde las Guerras del Opio, en 1840, pasando por la revolución de 1911, la invasión japonesa (1937-1945), el ascenso comunista y hasta los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.